“Mi inocencia la voy a pelear hasta el último día porque estoy preso injustamente y mi familia está presa afuera”. Oscar Adrián Becerra tiene 44 años y lleva más de 3 preso en un penal bonaerense. Lo acusan de haber asesinado a María Luján Barrios, de 24 años, en un hecho ocurrido en 2021, en El Jagüel, partido de Esteban Echeverría. Este remisero comenzará a ser juzgado este jueves 7 de agosto por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de Lomas de Zamora.
Becerra dialogó telefónicamente desde el penal en el que se encuentra con DiarioConurbano.com.ar. Es la primera vez, a menos de una semana del juicio oral, que da una entrevista. Sabe que si lo condenan, la pena puede ser prisión perpetua.
“Yo con la chica (por María Luján Barrios) sólo mantenía encuentros sexuales y le pagaba. Nada más. Ella tenía problemas de adicciones, yo le aconsejaba que se abriera de eso”, contó el acusado y agregó: “alguna vez que me pidió que llevaba algún paquete yo me negué porque se hablaba que trabajaba para algún vendedor de drogas para pagar lo que consumía. De hecho, ya había desaparecido por algunas semanas, en un par de oportunidades”.
Los problemas de consumo y el vínculo de “Marilú” Barrios aparecen en la causa a través de otros testimonios, no sólo por Becerra. Este hombre, en la entrevista, se preocupó por aclarar la prueba con la cual lo vinculan a lo ocurrido: el celular de la víctima.
“Ella un día me pidió plata y me ofreció dejarme su celular como una forma de seguridad de que me iba a devolver el dinero. Le sacó el chip y yo me llevé a mi casa. Nunca se me ocurrió tirarlo, ocultarlo ni nada”, recalcó Becerra. Esa entrega ocurrió poco antes de la desaparición de Marilú.
Y continuó: “el celular, a los 15 días, cuando esta chica no vino a reclamarlo – yo sabía que era de no volver por varios días – se lo vendí a un muchacho. Y al otro día me involucran en la causa. Esto fue en diciembre de 2021 y en febrero, me detienen”.
Becerra aseguró que “nadie” lo vio nunca con Barrios. “No hay foto ni filmación en la que yo aparezca con ella. Tampoco me fugué ni escondí el celular. Lo que haría cualquier culpable”, expresó.
En la entrevista, brindó su explicación sobre una herida que presentaba y que – para la fiscalía – era un signo de defensa. “Fue arreglando mi moto”, minimizó Becerra. Y también se despegó de una transferencia que se hizo desde una billetera virtual de Marilu mientras estaba detenida. “Yo el celular nunca lo prendí y además para eso se requiere reconocimiento fácil. ¿Cómo lo iba a hacer yo?”, se preguntó.
En cuanto a la hipótesis de lo ocurrido, Becerra sostuvo que “nunca se investigó un ajuste narco, aunque hubo otras personas detenidas en la causa”. Y añadió: “ella tenía deudas con vendedores drogas por el consumo que tenía y además trabajaba para algunos de ellos”.
En otro momento, Oscar Adrián Becerra aseguró que su detención se debe a que “tenían que agarrar a uno para cerrar el caso rápido”. Y recordó dos situaciones, a modo de denuncia. “En enero de 2022, me cruzaron una moto y el que manejaba me dijo : ´hacete cargo´ por el caso de esta chica. Y cuando estuve detenido en la DDI de Lomas, en una oportunidad, me encapucharon, me golpearon y me dijeron que me tenía que hacer cargo”, contó.
Este jueves 7 de agosto, Becerra deberá enfrentar el juicio que se desarrollará en el TOC 6 de Lomas de Zamora. La acusación estará a cargo de la fiscal Marina Rocovich. El remisero llegará imputado de «Privación ilegal de la libertad agravada, robo, defraudación por medios digitales y homicidio criminis causa cometido en el contexto de violencia de género».