A poco de cumplirse un año del homicidio de Joaquín Castillo, un joven de 19 años asesinado en el barrio de Villa Niza, en Banfield, el abogado solicitó que se realice la elevación a juicio y la familia espera que el año próximo se realice el debate oral.
En diálogo con DiarioConurbano.com, Fernando Herrera, particular damnificado, aseguró: “Ya no hay más pruebas para producir en esta etapa de instrucción por eso solicitamos que lo llamen a declarar al imputado para formalizar la acusación”.
Miguel Tuñinali fue indagado el 26 de agosto de este año por la UFI 10 por el delito de homicidio agravado por haber sido cometido con arma de fuego. En este sentido, el abogado solicitó que sea elevada la causa ya que considera que las pruebas para ir a juicio están terminadas.
“La discusión ahora se debe dar ante un Tribunal. Hay que demostrar si realmente es un homicidio agravado por el uso de arma o uno culposo. Pero consideramos que no hay que alargar la instrucción porque ya están las pruebas”, agregó el letrado.
En este marco, el particular damnificado considera que “hay dudas de si fue sin querer” porque cuando se produjo el disparo, él se escapó y dejó la camioneta en el lugar, en vez de asistirlo.
La familia espera que se eleve a juicio este año y que para el 2022 se paute una fecha para el juicio presencial. “Yo quiero que de acá a fin de año ya debería elevarse. Todas las pruebas que hay son contundentes, el ya está imputado como hom agrav por el uso de arma y deberían poner fecha”, manifestó Mariela, hermana del joven, en diálogo con DiarioConurbano.com
Con respecto a la condena, la familia no determinó qué expectativa tiene ya que en el debate oral se debe considerar si fue homicidio doloso o culposo.
“No me va a conformar ninguna pena porque mató a mi hermano y yo no lo tengo ya. Él está vivo aunque pueda llegar a estar preso pero yo a mi hermano no lo tengo más”, arremetió Mariela.
El hecho ocurrió el lunes 21 de diciembre del 2020 a las 12.30 de la noche, en Pasaje Merlin 1946, barrio Villa Niza, en Banfield. El acusado se acercó en su auto a la casa de Joaquín Castillo y le mostró el arma que tenía en su poder. Según lo relatado, se le escapó un tiro al joven que en vez de asistir a su amigo, se escapó del lugar.
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