Uno de los detenidos por el triple femicidio de Florencio Varela, identificado como Ariel Jeremías Giménez, declaró ante la Justicia y reconoció haber participado en el encubrimiento del crimen, aunque aseguró que lo hizo “bajo los efectos de las drogas y por necesidad de dinero”.
Según su testimonio, Giménez recibió $30.000 como pago, de los cuales $10.000 fueron en efectivo y el resto en estupefacientes. “Necesitaba plata, necesitaba drogarme”, habría dicho durante la indagatoria, en la que intentó desligarse del asesinato directo de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, las tres jóvenes que fueron torturadas, asesinadas y enterradas en un pozo.
El acusado relató que fue presionado por otros implicados para colaborar en la tarea de tapar el pozo donde las víctimas fueron halladas. “Me dieron las herramientas —una pala y un pico— para cubrir la tierra”, detalló ante los investigadores.
Giménez sostuvo que no participó en las agresiones contra las jóvenes y que su intervención se limitó a tareas posteriores al hecho. También describió su situación de vulnerabilidad económica y adicción, factores que, según él, lo llevaron a involucrarse en el caso.
La causa, que sacude a toda la región sur del conurbano, está vinculada a una banda narco conocida como “Los Pequeños”, liderada por un hombre apodado “Pequeño J”, actualmente prófugo de la Justicia. Los investigadores sospechan que los femicidios habrían sido filmados y transmitidos en vivo para miembros del grupo criminal.
El expediente sigue bajo investigación del fiscal Darío Provisionato, mientras continúan las detenciones y peritajes en torno al brutal crimen que conmocionó a Florencio Varela y expuso los lazos entre violencia de género y narcotráfico.