Entre un flojo Top 14 de Pucará y Lomas, las incertidumbres de Lanús, el recambio de San Albano y la alegría de Monte Grande por su ascenso, el calendario transcurrió en una montaña rusa con muchos desniveles y cerró con cambios de entrenadores para muchos. Con inicios relevantes en el Nacional y Grupo I, el Rojo y el Tricolor no mantuvieron el rendimiento mientras que San Albano no pudo mantener la regularidad en primer semestre flojo aunque levantó en la reubicación. Por otro lado los de Canning ganaron de punta a punta el Grupo III y ascendieron con rugby de alto vuelo, incluso peleando el campeonato. En tanto que a Lanús le costó hacer pie durante el año y su permanencia peligró hasta último minuto.
Pucará, de Rojo a gris
El Tifón jugó durante el inicio del año el Nacional en buen nivel, donde cayó con el campeón Hindú 19 a 6 en cuartos de final. Antes, hizo una destacada primera parte. En la fase de grupos ante los cordobeses de Uru Curé, Duendes de Rosario y Belgrano ganó tres juegos, perdió los dos primeros y empató uno.
Más tarde, En el Top 14 no le fue bien y peleó más de lo que jugó. Ingresó con problemas a la pelea por el séptimo lugar para jugar el Nacional pero tropezó en el primer partido con Alumni por 32 a 12 y cerró su temporada.
Durante el certamen solo triunfó en cuatro duelos e igualó uno, mientras que lo superaron en los restantes ocho. A lo largo de las 13 jornadas acumuló 22 unidades.
La gran alegría fue en el seven de la URBA, donde venció en la final a Hindú 34 a 7 y se consagró bicampeón tras imponerse en los siete duelos y pasar la primera fase con el ingoal invicto.
Para la próxima temporada habrá cambio de entrenador en Falucho. En lugar de Conrado González Bravo y Nicolás Minasi, tomó las riendas Jorge Rey, hombre del club que dirigió varias temporadas a las juveniles del Rojo.
Lomas fue una promesa incumplida
Tuvo un Grupo I casi perfecto con ocho victorias consecutivas pero no pudo repetir en la novena y última jornada. La derrota del Trico 28 a 17 ante SIC en San Isidro fue un freno de mano que le impidió meterse en la historia del rugby nacional, pero fue el líder indiscutido de su zona y el que más puntos obtuvo (36) en el torneo.
Pero no mantuvo su nivel e hizo un Top 14 flojo contrario a las expectativas. Ganó muy poco, solo a Belgrano de visitante y el derby con el Tifón, pero casi encuentra una ventana para pelear la clasificación al Nacional. Se quedó con las manos vacías tras la derrota en la última fecha.
Solo obtuvo 16 puntos, la mitad por los bonus que generó, y se ubicó en el decimosegundo lugar por los once duelos que perdió en una clara muestra de ambivalencia durante la temporada, en la que ganar casi la mitad de los partidos le dejó más incertidumbres que certezas.
Lo positivo, ganó los clásicos ante San Albano 13 a 3 en Corimayo, donde se registraron algunos incidentes, y Pucará por 39 a 19 en Longchamps.
A pesar de los resultados siguen los mismos entrenadores, Federico Nicolino y Martín Serigos, con el asesoramiento del tucumano Bernardo Urdaneta, ex entrenador de los Jaguares para recuperar psicológicamente a un equipo que en el 2016 celebrará los 125 años del club.
San Albano, bajón y renovación
Su desempeño en el Grupo I de mayor a menor. Arrancó ganado, capeó el mal clima que generaron un par de derrotas y se acomodó. Pero sobre el final sumó tres caídas al hilo iniciadas por la del clásico, que lo sentenció a la reubicación. Los 17 puntos que lo ubicaron en el sexto lugar no le alcanzaron para concretar el sueño de clasificar al Top 14 por tercera vez en su historia.
En la permanencia luchó hasta el final para acceder a los playoffs luego de una pretemporada a conciencia pero relego terreno en los últimos partidos. Llegó a la décima fecha con seis victorias, un empate, una derrota y habiendo quedado libre ostentaba la cima, pero los traspiés con Champagnat y Hurling lo bajaron.
A pesar de triunfar con goleada ante Manuel Belgrano la caída con San Martín en el duelo final lo dejó fuera del campeonato aunque ya había sellado la permanencia hace unas fechas. Su cierre fue con 36 unidades en el cuarto puesto.
Más allá de los vaivenes San Albano podrá lucir con orgullo a sus incorporaciones desde la cantera. Tuvo muchos debuts y afianzamiento de nuevos jugadores en primera, como el wing Lautaro Lualdi de 22 años, el Back Tomás Mac Gaw o “Jimmy” Ormson, que a sus 20 ya se ganó un lugar en el equipo.
Por otro lado, la noticia rutilante fue el cambio de entrenador que promovieron en Corimayo con la salida de Agustín Carrara y Daniel Marinelli de la dirección del equipo. En su lugar asumió Alejandro Conti, un peso pesado que dirigió a la Primera del San Isidro Club (SIC) entre 2001 y 2004, donde se consagró tricampeón del torneo de la URBA (2002, 2003 y 2004), y luego se fue a Belgrano Athletic.
Su firma con el Marrón en 2005 lo convirtió en uno de los primeros entrenadores rentados del rugby de Buenos Aires. En diez temporadas al frente del club de Virrey del Pino logró clasificarlo al Top 14 en nueve oportunidades y en cinco de ellas accedió a los Play Off (2010, 2011, 2013, 2014 y 2015). En la actualidad también se desempeña como colaborador del seleccionado de la URBA.
Lanús: Vikingos conflictuados que pelearon hasta el final
Recorrió un Grupo II con altibajos, donde empezó bien y luego se pinchó aunque con un par de victorias sobre el final estuvo cerca de la pelea por el ascenso.
Los Vikingos quedaron relegados al octavo lugar en la zona B con 26 puntos porque San Fernando dio la sorpresa en su victoria ante Curupaytí de visitante y eso los mandó a pelear la permanencia durante el segundo semestre.
La Reubicación II arrancó mal y luego se recuperó para sumar puntos porque corría riesgo de descenso. A pesar de eso, la permanencia tambaleó hasta la última fecha y gracias un gran sprint final donde se impuso a Luján 26 a 16, Atlético y Progreso por 17 a 22 en la anteúltima fecha y a GEI en Escalada 37 a 33 pudo mantener la categoría.
En el medio de todo eso tuvo un clásico para el olvido. En su casa perdió 29 a 12 tras un flojo partido por la fecha 11 y Monte festejó la vuelta al Grupo II.
El cierre de temporada de Lanús no fue cercano a sus expectativas, ya que pasó de la ilusión del ascenso a la laboriosa permanencia que obtuvo con 35 puntos en el décimo puesto de los once equipos de la Reubicació
;n II que serán parte del Grupo II el próximo año.
Durante el año ganó 13 juegos (cinco en GII y ocho en reubicación) y perdió la misma cantidad (seis en el primer semestre y siete en el segundo).
En el Seven de la URBA se dieron el gusto de volver a la zona Campeonato luego de alzarse con el título del Grupo Clasificación. La gesta de los de Escalada fue sin fisuras y casi perfecta, aunque invicta. Es que ganó casi todo de punta a punta excepto al último cruce de su zona de segunda fase al que empató.
Con la temporada irregular, la dirigencia vikinga dio un golpe de timón en la dirección técnica. Se fue Gustavo Selem y se hizo cargo Cristian Niño Seeber, que ya había dirigido en el club, para afrontar un 2016 que para Lanús iniciará con la tan ansiada gira internacional. Para principios de febrero el grueso del plantel viajará a Sudáfrica para entrenar en un centro de alto rendimiento y disputar amistosos en la tierra de los Springbooks.
Monte Grande cerró un 2015 perfecto
En la primera mitad de la temporada recorrió el Grupo III invicto. Tuvo siete victorias al hilo en la misma cantidad de juegos, donde fue el equipo que más tries anotó y menos le convirtieron. Además sumó 31 puntos y se llevó contra San Marcos el clásico de Echeverria por 32 a 9 en Dreyer.
La Reubicación II los encontró de buen ánimo, para jugarla en buen nivel y hasta pelear título. Si bien no perdió muchos encuentros (solo cuatro de 15), fueron en duelos clave, casi todos contra los de arriba, que le imposibilitaron mantener la punta. Ante St. Brendan´s, Delta, Centro Naval e Italiano tropezó pero festejó en el clásico ante Lanús por 29 a 12 su vuelta al Grupo II.
Fue una temporada perfecta que incluyó el ascenso y un segundo puesto fuera de toda expectativa inicial. En la misma no solo ganó 18 partidos, con una racha de diez al hilo, de 22 disputados sino que además se consagró como el equipo más goleador de la divisional con 474 tries en la Reubicación.
Ahora, con la continuidad de Juan Nievas y su equipo, el Tricolor de Canning buscará reafirmar lo hecho en la temporada 2015 y afianzarse en la flamante divisional para no volver a descender mientras busca el salto de calidad.