La banda liderada por Ricardo Tapia recorrió sus temas clásicos e interpretó exquisitas versiones de recordados temas del rock nacional. “Café Madrid” y “Un trago para ver mejor” se mezclaron con temas de Sumo y Vox Dei que el grupo de Florencio Varela le supo poner su toque, en el marco de un recital sólido y potente (Foto: gentileza Tomy Stamatesco).
Con un potente show que reunió sus temas más conocidos y otros de su nuevo trabajo, La Mississippi llenó de blues el Teatro Municipal de Lomas de Zamora. El espectáculo incluyó sólidas versiones de clásicos del rock nacional.
La noche empezó con un acústico de la banda local Blues Special Trio, que hizo buenas versiones de clásicos. Cuando el clima estaba justo, apareció La Mississippi.
Ante un público que colmó las butacas del teatro, la banda oriunda de Florencio Varela arrancó con sus clásicos “Café Madrid”, “Reina de Corazones”, “Ermitaño”, “Un poco más”, y “Valentín Alsina”.
La aguardentosa voz de Ricardo Tapia y la solidez de Gastón Picazo, en teclados, le dieron paso a los solos de guitarra de Gustavo Ginoi, que generaron el aplauso de un público, en el que se mezclaban seguidores de La Massissippi y otros que parecían ajenos a la banda pero que sumaron aplausos.
Tapia fue generando el vínculo con el público, a través de algunas explicaciones del origen de los temas. “La mejor de saludar es con la música”, le dijo a los lomenses.
El grupo – que completan Juan Carlos Tordó, en batería, y Claudio Cannavo, en bajo -presentó temas de su actual espectáculo “Los inoxidables del rock nacional”, una selección de los clásicos del rock vernáculo.
Un particular clima supo crear la La Mississippi con sus versiones de “Una casa con diez pinos”, de Manal, “A dónde está la libertad”, de Pappo´s Blues, y “Ritmo y blues con armónica”, de Vox Dei.
“Este tema es de un grande del rock, a un insobornable, a una muralla artísca: Luis Alberto Spinetta”, expresó Tapia, ante de arrancar con una gran versión de Post Cruxificción, un clásico del inolvidable Flaco.
Una cuidada iluminación y un buen sonido colaboraron para, quizás, el mejor momento del show: la versión de la banda de blusera de “Mejor no hablar de ciertas cosas”, de Sumo. En este tema, Ricardo Tapia y su banda demostraron que el tema no les quedaba chico.
Sobre el cierre llegó “Matadero”, otro clásico de la banda, con una poesía, cruda y directa. En tanto, con el bis llegó el eterno “Un trago para ver mejor”.
En el último tema, Tapia bajó del escenario, cantó por los pasillos, saludó a los espectadores y hasta bailó con algunas de ellas. Buen final de show para La Mississippi, una banda compacta que – como los buenos vinos – perduran y mejoran con el paso de los años.