Tras los incidentes denunciados por vendedores informales senegaleses en la estación Lanús el pasado lunes por la tarde, desde el municipio brindaron su versión de los hechos. El subsecretario de Control Comunal del municipio, Carlos Tagliafico, dialogó con DiarioConurbano.com y explicó los motivos del decomiso sin labrar actas, denunció amenazas y agresiones por parte de los comerciantes y afirmó que estos rechazan estar en blanco o ubicarse en el predio ubicado en O’Higins y 9 de Julio porque “no quieren pagar ningún impuesto”.
Luego del operativo donde cerca de una docena de vendedores ambulantes, en su mayoría senegaleses, terminaron desalojados el pasado lunes de las adyacencias de la estación Lanús y su mercadería fuera confiscada tras un operativo conjunto entre funcionarios municipales y efectivos de seguridad, desde el Ejecutivo lanusense aclararon que el mismo se enmarcó en la serie de controles que habitualmente efectúan en pos de proteger la competitividad de los comerciantes cercanos a la estación ferroviaria.
En diálogo con DiarioConurbano el subsecretario de Control Comunal del municipio, Carlos Tagliafico, explicó que el episodio fue consecuencia del operativo previo realizado el pasado sábado donde algunos vendedores “con una picana y una navaja increparon a los inspectores y al policía”, pero los mismos se dieron a la fuga y las autoridades no pudieron identificarlos.
A raíz del hecho y tras llevar el caso ante el secretario de Seguridad y jefe de Gabinete local, Diego Kravetz; el sindicado por parte de los vendedores informales como cabeza de los operativos indicó que se decidió desde el gobierno municipal realizar un nuevo procedimiento con previa notificación de desalojo el mismo lunes por la mañana, ya que los comerciantes estaban apostados sobre la Avenida Hipólito Irigoyen, la Avenida 25 de Mayo, la plaza y los túneles de la estación.
“Siempre se les da un aviso para que levanten todo y que se vayan. Cuando nosotros estamos se levantan, se van pero cuando nos vamos se vuelven a instalar”, señaló y afirmó que con ese comportamiento “se genera una guerra con los comerciantes” porque los vendedores informales “se ponen en la puerta de los locales a vender las mismas mercaderías que ellos tienen, como gorras o camperas, y con un valor de casi un 50 por ciento menos”, puntualizó.
Si bien los senegaleses involucrados denunciaron el decomiso de su mercadería por parte de las fuerzas de seguridad sin que se les haya labrado un acta ni requerido testigos para el procedimiento, desde Control Comunal su titular sostuvo que esto se debe a una forma de acelerar el proceso ante eventuales agresiones.
“Si nos insultan cuando levantamos la mercadería, ni hablar cuando tenés que escribir un acta”, graficó el funcionario al tiempo que relató un grave episodio del que fue parte durante uno de los operativos: “incautando mercadería en la 9 de julio los vendedores se han cruzado frente a la camioneta diciendo que si no les devolvíamos las cosas no nos dejaban ir y terminaron golpeando el capot, rompiendo las ópticas”.
Tras el decomiso, Tagliafico aclaró que los objetos son llevados al municipio por bulto para que los vendedores puedan retirarlos por allí con sus respectivos comprobantes de compra aunque, según afirmó, “nunca tienen la factura”, por lo que lo secuestrado se dona a ONGs, chicos discapacitados o comedores ante la imposibilidad de demostrar que ellos son los legítimos dueños de lo decomisado.
El pasado 1 de junio, el Concejo Deliberante aprobó en Sesión Ordinaria el proyecto de elaboración de un censo de los vendedores ambulantes en la Plaza Eva Perón para establecer un “régimen de regulación y autorización de las actividades de venta en la vía pública”, pero los comerciantes involucrados en el conflicto no solo están fuera del listado sino que además no serían ciudadanos lanusenses.
Éstos serían los mismos que fueron desplazados de la Capital Federal y La Plata y recalaron en el Conurbano con Lanús, Quilmes y Lomas de Zamora como locaciones predilectas, y quienes además, pese a su nacionalidad “son toda gente nueva que no se conocen con los senegaleses viejos que trabajan desde hace tiempo en el municipio”, aseguró el funcionario.
Por otra parte, afirmó que estos mismos vendedores foráneos “no se quieren instalar en el lugar que se les da”, haciendo referencia al predio ubicado en O’Higins y 9 de Julio donde se encuentran algunos puesteros, sino que “quieren estar en la calle porque no están blanqueados en nada, no pagan monotributo, no quieren pagar ningún impuesto”, por lo que el comerciante formal “corre con desventaja”.
Ante los incidentes registrados y con este panorama de tensión, el subsecretario municipal adelantó que se reforzarán los operativos con acciones diarias y en horarios rotativos para evitar que “se instalan en las plazas a vender a cualquier hora”.
