La Universidad Nacional de Lanús (UNLa), mediante la resolución 00154/19 de su Consejo Superior (el órgano máximo de su Gobierno instiucional), le solicitó al Poder Ejecutivo Nacional que “decrete de manera inmediata la Emergencia Alimentaria y Nutricional en Argentina”, en coordinación con otras universidades que tomen resoluciones similares.
El documento también solicita el pleno cumplimiento de la Ley Nacional 25.724 que creó el Programa de Nutrición y Alimentación Nacional “con el objeto de cubrir los requisitos básicos nutricionales de niños, niñas y adolescentes, personas embarazadas, con discapacidad y mayores de 70 años en situación de pobreza; y que se conozca el destino destino del Fondo Especial de Nutrición y Alimentación Nacional entre los años 2016 y 2019.
Además, la UNLa resolvió apoyar desde su compromiso institucional, todas aquellas acciones tendientes a garantizar el cumplimiento de los tratados internacionales con rangos constitucionales que el país firmó y están contemplados en el Artículo 25º de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” y el Artículo 11 del “Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”.
Entre los argumentos de la resolución, la UNLa subraya que “Argentina se encuentra sumergida en una de las peores crisis desde lo social, lo económico y lo alimentario de su historia”. En ese sentido, cita a los propios datos del INDEC quedan cuenta que más de 15 millones de personas no acceden a condiciones básicas de vida.
A continuación, destaca que los problemas de salud pública “describen una situación compleja referida a la malnutrición, donde se combinan problemas de obesidad y sobrepeso, con estados carenciales de micronutrientes, como la anemia por falta de hierro”. Y que por el alto costo, la población accede mayormente a alimentos de baja calidad nutricional.
En otro pasaje, resalta que las medidas económicas implementadas por el actual Gobierno, han generado un proceso de aceleración inflacionaria que dificulta cada más el acceso a los alimentos básicos para sostener una alimentación adecuada y saludable.
Por último, indica que su pedido coincide con el del conjunto de organizaciones sociales, centrales obreras, federaciones sindicales, confederaciones rurales, la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Iglesia Católica, de las Iglesias Evangélicas, es decir, de “las organizaciones libres del pueblo”, que ya se han manifestado públicamente exigiendo la inmediata implementación de la “Emergencia Alimentaria y Nutricional”.
