El juez de Garantías 8 de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, dictó la prisión preventiva para un hombre de 41 años, acusado de arrojar una bomba molotov casera para incendiar la sede del Servicio Zonal de Niñez de Lomas de Zamora. El hecho ocurrió el 5 de febrero pasado. El imputado tenía una condena por abuso sexual y violencia de género.
Fuentes judiciales informaron a DiarioConurbano.com que el magistrado hizo lugar al pedido realizado por el fiscal Marcelo Domínguez, de la UFI 5 de Lomas de Zamora.
Vitale caratuló el hecho como “coacciones agravadas para compeler a un miembro del poder público la realización de un acto funcional y por el empleo de arma”. Además, ordenó para el detenido la inhibición general de bienes.
“La intención del detenido era incendiar y con ello, amedrentar a los funcionarios públicos que trabajan en el área de niñez, dependiente del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de laa Provincia de Buenos Aires”, sostuvieron el fiscal Marcelo Domínguez, de la UFI 5, y el juez de Garantías 8, Gabriel Vitale, ambos de Lomas de Zamora, al momento de la detención del sujeto.
La particularidad jurídica del caso es que para el juez y el fiscal, el ataque no fue contra una persona sino que “se dirigió con el fin de obtener que los funcionarios le reintegren el contacto y tenencia de sus hijos, que oportunamente fueron entregados en adopción por disposición del Juzgado de Familia nro. 6 Departamental de Lomas”.
Justamente, al analizar el accionar del detenido hacia sus hijos y su pareja, el personal del Servicio Zonal de Lomas de Zamora efectuó dictámenes requiriendo la medida de abrigo para con los menores, que derivó en un primer momento su inserción en el hogar de tránsito para luego ser decretados por parte del organismo de familia como en estado de adoptabilidad,
Otro dato que permite entender la peligrosidad del ahora detenido es su antecedente: tiene una condena por daño, abuso sexual simple y robo a tres años de prisión cuyo cumplimiento se dejó en suspenso, dictada por el TOC 6 DE Lomas
Para el fiscal y el juez Vitale, el detenido buscaba generar temor no simplemente asustar o intranquilizar a las víctimas, sino que “lo hacía en procura que aquellas personas que resultaban ser sujetos pasivos de sus actos realicen algo en contra de su voluntad y que dicho acto contrario a su voluntad sea un acto propios de sus funciones, al resultar los mismos ser funcionarios públicos”.