Lo afirmó Hernán Lewin, presidente de Temperley, en referencia a la gestión que encabeza en la institución. “Nosotros llegamos hace dos años pero nos pusimos una mochila de 14 años que no era propia, hubo momentos muy duros. Por suerte toda esa gente con la alegría del ascenso vuelve a amigarse con el club”, explicó el dirigente.
El presidente de Temperley, Hernán Lewin, calificó el ascenso del Celeste como un “premio al esfuerzo” que hizo la comisión directiva y las distintas subcomisiones durante los dos años de su gestión y consideró que el arribo a la Primera B Nacional fue “muy merecido”.
“Este ascenso es el premio al esfuerzo que hicimos en estos dos años. Estoy convencido de que cuando uno hace las cosas bien y el club está ordenado, a la larga, los resultados se dan. No obstante, no pensé que se diera tan rápido”, afirmó Lewin.
El dirigente que provenía del básquet del Gasolero se transformó en la cara visible de la reconstrucción de la Institución, tras la renuncia del por entonces presidente Mauro Morrone en medio de un escándalo por corrupción y violencia, que salió a la luz a través de una cámara oculta a su padre, Antonio.
Por eso, tiene en claro que, aunque “la pelota podría no haber entrado”, el reconocimiento llegó rápido y es “muy merecido”.
Si bien la promoción directa a la segunda categoría del fútbol argentino es una recompensa inconmensurable en el plano deportivo, el presidente del Celeste remarcó la importancia del logro para la esfera institucional, ya que permitirá trabajar con tranquilidad.
“El socio habitual, que vivió parte de la historia, entiende la importancia de las obras y el trabajo a futuro y después tenés una gran mayoría de hinchas pasionales, que se guían por el resultado deportivo. En ese sentido no había más tolerancia. Nosotros llegamos hace dos años pero nos pusimos una mochila de 14 años que no era propia, hubo momentos muy duros. Por suerte toda esa gente con la alegría del ascenso vuelve a amigarse con el club”, señaló.
Y añadió: “Temperley recuperó una generación de hinchas y eso no es un tema menor. La gente volvió a sentirse orgullosa de venir a la cancha. Es un primer paso para un futuro auspicioso, creo que en los próximos años el club va a poder lograr cosas que nadie se imagina. El resultado deportivo fue la frutilla del postre, ya que la gente vino a coronar una fiesta de todos por lo hecho en todos los ámbitos”.
Más allá de lo institucional, Lewin revivió el último encuentro y la definición por penales, que, según su consideración, “Fue tremenda”.
“Fue tremendo. Previo a los partidos uno tenía el deseo de ascender, pero sabía que era muy complicado y que iban a ser dos batallas durísimas. Allá nos costó y acá teníamos muchas expectativas. Antes del partido pedíamos no llegar a penales por una cuestión de salud, no podíamos aguantar la presión”, comentó.
En tanto que añadió: “Evidentemente la única forma de lograr cosas en este club es a lo Temperley. Y así lo logramos, sufriendo hasta el último instante”.
La victoria ante Platense tiene un gusto especial para los fanáticos del Gasolero, que la interpretaron como una venganza por el duelo que perdieron ante el Calamar’ en 1987, en un desempate por el descenso de Primera División.
“Limpiamos la herida de aquel descenso injusto del 87 y de a poco vamos cerrando el resto”, apuntó el presidente.
Desde el semestre que viene, Temperley tendrá la posibilidad de retornar a ese lugar que no pisa hace 27 años en un torneo que otorgará diez cupos para la reformulada máxima categoría del fútbol nacional.
“Las oportunidades hay que aprovecharlas. Vamos a jugar un torneo con diez ascensos para la A, que va a ser complicadísimo, pero es una expectativa más”, aventuró Lewin.
